Juan Carlos Unzúe. Hcp 4,1 Un jugador de Golf con esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
Ayer noche acudimos al Auditori Joan Miró de Barcelona a un espacio para la conversación creado por la Fundación Degén, para conocer la historia de las personas afectadas por enfermedades neurológicas, #superhéroes.
El acto lo presentaba D. Ignacio González, Patrono de la Fundación y nuestro #superhéroe Juan Carlos Unzúe, a quien todos conocéis.
Se habló de fútbol, de la enfermedad que padece Juan Carlos ELA, de Parkinson, se habló de personas, de la vida privada, de quién aporta ayudas económicas, de lo costosa que es la enfermedad para quien no se la puede pagar, y de lo poco que supondría para el estado ayudar. Pero sobretodo se habló de humanidad, del ritmo frenético de nuestra sociedad y para qué, de quitar el pie del acelerador, de la parte buena de las personas, de la importancia de los que nos rodean, y también se habló de Maria, esposa de Juan Carlos Unzúe… y, de pronto, nos sorprendió (al menos a mí) la llegada de una persona, su nombre es Alberto Amil.
Alberto es el Presidente de la Fundación Degén, empresario gallego y muy gallego. Es una persona muy implicada en la investigación y cura del Parkinson que también padece, y como no podía ser menos, también padece ELA. Y comenzó el show, no el de Coldplay que actuaba a poca distancia, sino el de Alberto y Juan Carlos Unzúe.
Hubo de todo, admiración, amistad, risas, bondad, conscientes de lo que tienen y lo que no… hubo un par de momentos que me emocioné (no me cuesta demasiado), pero también escuché y aprendí, para que os hagáis una idea de la situación os cuento una anécdota donde creo que nos reímos todos, uno de los dos dijo; «¡joder! nos hemos conocido hoy en persona, y no nos podemos dar ni un abrazo«. Pues sí, así es, Juan Carlos nos comentaba que incluso para darse la vuelta en la cama a veces tiene que ayudarle María, su esposa. Es así como lo llevan, dos personas con mucha dignidad… y qué sincera es la vida cuando nos falta la salud.
Una gran noche que no olvidaré.
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